lunes, 5 de marzo de 2012


La libertad de expresión... el quitasueños de algunos políticos...

No hace muchos días que Rafael Correa, actual presidente de Ecuador, ha "perdonado" al periódico El Universal, sobre un artículo de Emilio Palacio, igual reproducido en periódicos de Colombia.

Dicho artículo motivó la demanda de Rafael Correa en contra de Palacio, El Universo y sus tres directivos, y generó en la sentencia de primera y segunda instancia en las Corte de Justicia del Guayas y la ratificación del fallo en la nueva Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia.

La sentencia había condenado a tres años de prisión a Palacio y los tres directivos de El Universo y una demanda millonaria que en total era en el valor de 40 millones de dólares, más el pago de los abogados del querellante. La ejecución de dicha condena significaría también la quiebra de dicho periódico, evaluado alrededor en 35 millones de dólares.

Resulta que posteriormente a la condena, Correa ha presentado pedido para anularla, emitiendo de esta forma un "perdón" al periódico y los involucrados. Pero... ¿Por qué él lo ha hecho?

Hay dos hipótesis casi que lógicas para eso. La primera se refiere a la presión internacional que Correa ha sufrido debido al caso. Resulta que la cuestión fue encaminada para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, provocando el desgaste tanto de su imagen, como la del país. Juntamente con esto, Panamá ha acogido a uno de los directores del periódico (Sr. Carlos Pérez), y las manifestaciones contrarias a la condena fueron de gran proporción a través de las organizaciones internacionales. Además, muchos periódicos de notable confianza (como el Washington Post y el Le Monde) han declarado su repudia al caso, acusando al Presidente de atentar en contra de la libertad de expresión. 

Correa y algunos de sus aliados niegan que ha sido la presión internacional la que provocó el pedido de anulación, porque según ellos, Correa ya había tomado esta decisión antes.

La segunda hipótesis tiene naturaleza interna, y se supone que se relaciona con las elecciones de 2013, en la cual Correa concurrirá a la reelección. Se piensa que Correa temiera por el impacto en las urnas de la repercusión del caso, justamente porque el Presidente considera que está siempre en campaña.

Sin embargo, ambas razones no son unánimes. Algunos analistas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) no están totalmente de acuerdo, porque según ellos, después de 5 años de disputa entre Correa y los medios, el Presidente ha demostrado que no se encontraba en desventaja (ya que lograba la victoria en todos sus niveles en otras ocasiones similares), sin que esto afectara su desempeño en las urnas. Por lo menos dicho hecho no estaría comprobado.

Como último punto, los analistas predicen que dicho conflicto no va a desaparecer. Al revés, tiende a aumentar, ya que Correa ha dejado claro que se trataba de un perdón, pero no de un olvido. Esto igual se puede suponer por la reacción de otros canales de comunicación ante al cierre del caso.

Bueno, considerando sus antecedentes y la generación por la cual Correa ha sido sostenido (principalmente por Hugo Chávez), casi que seguro que todavía se verán muchos ataques a los medios ecuatorianos, lo que definitivamente es lamentable...

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