jueves, 16 de agosto de 2012

Assange, Ecuador, Correa y la libertad de expresión.... perdona... ¿Qué?

Acaba de salir en todos los periódicos europeos una decisión que promete complicar relaciones diplomáticas entre continentes. El gobierno de Ecuador ha concedido asilo diplomático a Julian Assange, fundador de Wikileaks, una organización que decidió divulgar datos secretos del gobierno de EE.UU. a través de los medios. Entre las 11 razones que el gobierno ecuatoriano ha indicado como motivación para dicha decisión, gran parte se centra en el riesgo de un juicio parcial e injusto, y la defensa de la libertad de expresión.

Llego a tener un poco de miedo siempre que veo que la libertad de expresión es utilizada para fundamentar todo y cualquier tipo de decisión o actitud. En nombre de ella, se da al dinero un poder inmenso dentro de las campañas electorales (caso estadounidense), se arrestan personas (caso Femen en Ucrania y Pussy Riot, Rusia), y quizás se llegue a justificar muertes, aunque ahora no sabría decir un caso específico que no fuera relacionado con la iglesia católica de la edad media. La libertad de expresión, de ley constitucional a derecho fundamental, tiene siempre dos lados, el que habla, y el que escucha. Siempre duele más al que escucha.

Ahora, ¿Libertad de expresión defendida por el gobierno de Correa? ¿Como defender un derecho que no es concedido ni en su propio país? No es por acaso que Reino Unido y Suecia han ironizado tan fuertemente la decisión de asilo a Assange basada en esto. Además, yo diría que hay una doble moral por todos los lados de esta historia, donde hay muchos intereses que no son exactamente de investigar los posibles delitos (sexuales, por cierto) que son imputados a Assange.

Está claro que Rafael Correa quiere mostrar que tiene actitud, y ha tomado esta decisión mucho más para provocar el "imperialismo del viejo mundo", sumado a las ganas de provocar a EE.UU. (que por cierto están callados hasta ahora). Así que la "libertad de expresión" nada más es que una declaración de Correa que dice "somos en contra de la dominación" (y aquí se entienda dominación en su expresión "bolivariana"...

Otro elemento que tumultua un normal entendimiento de la cuestión es el asilo diplomático, y no político, concedido por Ecuador a Assange. Este tipo de asilo es una figura jurídica que no corresponde exactamente con el asilo político de la legislación internacional, ya que obliga a la concesión de un salvoconducto para aquellos asilados en una legación diplomática puedan abandonar el país. El abogado de Assange, el ex-juez Baltasar Garzón, afirma que Reino Unido tiene la obligación de conceder el salvoconducto a Assange, para que él pueda salir del país. Nadie duda del conocimiento jurídico que tiene Garzón, aunque en este caso tampoco puedo visualizar bien porqué Garzón es el abogado de Assange. Bueno, como he dicho en el comienzo, hay muchos intereses en juego. Por lo menos Assange tiene un buen abogado.

Lo que pasa es que Reino Unido no está nada dispuesto a conceder ni salvoconducto, ni a calmar los ánimos. Incluso, amparado por una ley de 1987, Reino Unido está dispuesto a entrar en la embajada de Ecuador en Londres y arrestar a Assange. Una afronta directa de la soberanía de Ecuador. Revocar la calidad diplomática que tiene cualquier embajada es una actitud extremada y no debe ser usada sin reflexión. Por más que Ecuador no pueda ser considerado un legítimo defensor de derechos, lo cierto es que tampoco puede ser relativizada su soberanía al albedrío de otros países. Si tomada esta decisión por parte de Reino Unido, no solo podremos ver la situación volverse irreversible, como también abrirá un precedente peligroso en las relaciones internacionales entre países.

En realidad, es difícil tener una opinión aquí, considerando que casi nadie está en su juicio perfecto... Pero esto me acuerda un hondureño en la embajada de mi país...

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