martes, 15 de mayo de 2012

El 15-M, su aniversario y su futuro: pequeños apuntes.




Desde pasado sábado (12 de mayo), mucha gente se concentra en las mayores plazas de las ciudades españolas para recordar el aniversario del 15-M, movimiento este compuesto por los "indignados" que año pasado despertó la atención internacional para los problemas democráticos que España está sufriendo.

Yo estaba en Italia en estas mismas fechas del año pasado, y pude ver el impacto internacional del movimiento. Miles y miles de jóvenes, familias, mayores, todos a la calle, unidos, pidiendo lo que les fue quitado con los años. No se trata solamente de pedir una reforma en el sistema electoral (la cual es vital para el rescate de la democracia en este país, pero que no creo que se concretizará a corto y medio plazo). Se trata de ir más allá, en pedir que se genere empleos, que paren con los desahucios, que se pueda tener una condición más respetable de vida, como educación, sanidad, y tantos otros puntos.

Hasta ahí, perfecto. El 15-M de la noche para el día se ha vuelto un ejemplo para el mundo de movilización y protesta. Y realmente lo fue, y puede ser que siga siendo.

Lo que pasa es que al final tantas ganas de movilización acabaron por chocarse con las demás corrientes políticas existentes en España. Está claro que vivo en un país dividido, porque de las dos, una: o eres conservador, un "facha" (fascista, por así decir), que apoya al PP o a corrientes más radicales de la derecha; o eres un socialista, un "rojo", un "perro-flauta" (un estilo de vida de los jóvenes que particularmente no me simpatizo mucho, pero que tienen mucha presencia en los movimientos), y apoya no tanto el PSOE, sino más bien otras corrientes más radicales de izquierda. Serían los antisistemas.

Cuando ambas corrientes se chocan, empiezan los problemas.

Desde que la crisis empezó, España vive en convulsión. No es para menos, ya que las tasas de desempleo están en las nubes, hay recortes de subvenciones en puntos claves del Estado, y una política es austeridad venida desde Bruselas que está sofocando la población. Y la historia comprueba que, cuando hay movilizaciones populares, hay represión justamente para mantener el sistema o mantener el "orden" (como quieran entender). Las últimas protestas en España fueron seguidas por una fuerte represión policial, que llega a tal punto que, en Valencia, en contra de los recortes en la educación, los estudiantes se defendían del acoso policial con... ¡libros! En Barcelona, la fuerza policial también ha demostrado su poder a través de violentos resultados, siempre con la justificativa de mantener el "orden".

En Madrid, para el aniversario del 15-M, el gobierno determinó "horarios" para protestas en la Puerta del Sol. Como era esperado, diversos jóvenes desafiaron dicho horario, y fueron detenidos por la policía antidisturbios por resistencia. Detalle: ninguno de los jóvenes reaccionó o se portó de manera violenta. Todos solamente querían pasar la noche en Sol, demostrando adhesión al movimiento. Con decenas de detenidos desde sábado (aunque ya en libertad después de declarar ante el juez), el movimiento resiste, con sus asambleas y gritos silenciosos por sus derechos. En las otras ciudades también hubo incidentes, aunque menores si comparados con protestas anteriores.

Lo primero que veo es que es un absurdo que se pongan horarios para protestas. Protesta es protesta, y en la Constitución Española está asegurado el derecho fundamental a reunirse pacíficamente constante en el art. 21, junto al art. 1 de la LO 9/1983 de 15 de julio, y por más que la Delegación del Gobierno de Madrid (representada por Cristina Cifuentes - PP) haya dicho que ha moldeado dicho derecho dentro de parámetros que no afectan a su núcleo esencial (supuestamente siguiendo una orientación del Tribunal Constitucional), no lo veo así.

Para detener a los "indignados", la policía utilizó el argumento de que en las asambleas participaban más de 20 personas, configurándose en una reunión conforme los términos del art. 1.2 de la LO 9/1983, y que, por disposición del art. 8 de la misma ley, por estar en lugar de transito público, deben ser notificadas a las autoridades con antelación. Como no hay notificación de las asambleas realizadas en el 15-M, serían irregulares. La pregunta es: ¿Porqué no se aplicó dicha ley en ocasiones anteriores?

Mañana es día 16. Democracia Real Ya (organización del 15-M) seguramente continuará. Sus principios y bases seguramente permanecerán. Sin embargo... me temo que no habrá efectos. Lamentablemente, el Estado está oprimiendo como puede al grito popular, y esto, para mí, no puede ser llamado de democrático...

#es15M




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